lunes, 8 de diciembre de 2008

Niños "abandonados"


Hola amigos, esta vez pretendo hablar un poco de estos niños “abandonados” por sus padres. Y digo abandonados entre comillas porque no me refiero a estos niños a los que sus padres dejan por ahí. No. Esta vez quiero hablar de los niños que se pasan muchísimas horas tirados en la calle sin control de nadie.

Bien este escrito viene porque yo misma padezco esta situación a diario bajo mi balcón.

Resulta que hace poco nos han puesto un parque infantil debajo de casa, y estos últimos meses están siendo un infierno.
Todos los días tenemos a niños y no tan niños, tirados durante muchísimas horas en la calle, haciendo lo que les place sin que nadie sea capaz de controlar esta situación.
Estos niños se dedican a escalar por todos lados, y cuando digo por todos lados, también me refiero a los edificios que rodean la plaza. Hace como dos meses, un crío de 14 años escaló toda la fachada de mi edificio hasta la azotea, con riesgo claro está de caer abajo y matarse.
También tenemos a los críos que se dedican a tirar toda clase de basura dentro del parque infantil, y ya a última hora de la tarde nos encontramos con un parque lleno de papeles, botellas, cáscaras de pipas, escupitajos, etc.

Como bien sabrán es un acto que no se debe de tolerar, pues después pagan los pobres chiquitines ( como mi hijo de 4 añitos) que no pueden jugar en el parque ya que está llenísimo de porquerías.

Lo que yo me pregunto a diario, es en qué piensan estas madres que pasan totalmente de sus hijos. ¿Por qué tengo que aguantar yo las malcriadeces de sus hijos? Porque claro, cuando les llamas la atención a los niños por sus actos, te insultan y se meten contigo, y es una situación insostenible.

Ayer mismo sobre las 20:30 de la tarde tuve que llamarles la atención. ¿El motivo? Pues habían prendido un fuego dentro del parque, y claro, el suelo de los parques infantiles nuevos son de goma, y corría el riesgo de prenderse.
Aparte de llamarles la atención también di parte a la policía, ¿y para qué? Pues para nada. Porque ellos te dicen sí sí ya vamos para allá, pero aquí no aparece ni Cristo.

¿Cuál es la solución a estos problemas, que probablemente somos muchos los que los padecemos? Pues a mí también me gustaría saberla.

Me encantaría que por una sola vez, la policía acudiese cuando se le reclama, y que llevasen personalmente estos niños a sus casas y advirtiesen a los padres. Porque claro, uno intenta hacerlo, pero cuando los padres son igual o peor que los hijos, nada podemos hacer.

No entiendo para qué traen hijos al mundo si no con capaces o simplemente no les apetece hacerse cargo de ellos. Y tampoco sé que será de estos niños el día de mañana, porque todo esto a lo único que me lleva a pensar, es que el día de mañana serán furutos delincuentes, ya que nadie hace nada por evitarlo.

Desde aquí quiero recriminar a esta clase de “padres”. Tener un hijo no es solo parirle, criarle, darle de comer, tenerle una cama, etc etc.
Ser padres también implica dedicar tiempo a nuestros hijos, escuchar sus problemas, atenderles, hacerles responsables, preocuparnos por su formación, darles una buena educación, penalizarles por sus malos actos, enseñarles la importancia del respeto al prójimo, enseñarles a pedir perdón, y un largísimo etcétera . Muchos padres se están olvidando, o apartando parcialmente, el significado de la palabra PADRES.

Si no te apetece tener esta clase de responsabilidades, es bien sencillo: NO TENGAS HIJOS. Y si los tienes, pues apechuga con ello y no los abandones de esta forma.

lunes, 24 de noviembre de 2008

Dia Internacional contra la violencia de genero





La verdad es que no sé ni como comenzar ésto, pues es un tema bastante difícil, y espero que al final le haya dado el enfoque que realmente quería darle.


Estoy muy aburrida, más que aburrida estoy harta ya, de ver que cada día en las noticias salen caso de malos tratos. Y a la vez me preocupan los casos que realmente suceden pero no salen en prensa. Sí, sé que lo anterior es contradictorio, pero no me refiero a que estoy harta de verlos en prensa, sino al simple hecho de que sucedan dia a día.


Cada vez que vemos un nuevo caso de malos tratos, vemos una nueva vida rota, unos sentimientos pisoteados, una autoestima rajada, un derecho no respetado...


Y lo peor de todo es que la justicia muchas veces no pone de su parte. Hoy en día seguimos teniendo la situación de que vas a denunciar un maltrato, y oye, que si no hay sangre, heridas graves, o incluso muerte, no se hace nada. ¿No es más fácil hacer caso en el momento que se denuncia un maltrato, a tener que aplicar la justicia por un asesinato? ¿No es lo mejor y lo más correcto, el evitar una muerte si está en nuestras manos? Muchas veces la respuesta que obtenemos es que la ley se ha aplicado, pero oye, si la ley no es suficiente, pues que la cambien y la endurezcan. Lo que no puede permitirse es que un maltratador/ra quede "impune" a sus actos.


En este texto no me refiero sólo al maltrato a la mujer. También entran en él el maltrato al hombre y a los niños.


Aunque no lo creamos (que hoy en día ya somos muchos más los conscientes de ello) muchos hombres también son maltratados. Y también sabemos que muchos de ellos no denuncian su situación. Tal vez sea por verguenza, por orgullo, o vete a saber el por qué. Y yo es que no lo entiendo. Te están maltratando, te humillan como persona y no te respetan tus derechos, ¿Por qué no denuncias? La verguenza y el orgullo se pueden dejar atrás por un momento para luchar por ti mismo. Sé que muchas personas no estarán de acuerdo con esta parte de mi texto, pero la verdad es que me da igual, es lo que pienso y es lo que escribo. Pero ojo, no descarto el estar yo también equivocada, como dije y digo, es mi simple pensamiento respecto a este punto.


Lo más indignante para mi, el maltrato infantil. ¿Cómo nos atrevemos a maltratar a estas criaturas indefensas, que no son capaces ni de entender que lo que les hacen está mal? Estos angelitos que no tienen culpa de nada, y que siempre lo pagan todo. No tienen conocimiento de nada, ni siquiera saben que se puede denunciar su situación.


Pero estos chiquititos sólo pueden sufrir y sufrir, y más de una vez creyendo que les está bien empleado, que se han portado mal, que son malos.


En esta parte quiero incluir también a los servicios sociales, que en miles y miles de ocasiones, no toman partido en situaciones de este tipo. El ejemplo más claro lo tenemos en el caso de Baby P. Sesenta visitas de trabajadores sociales no bastaron para adoptar una decisión. Si esos trabajadores hubiesen hecho correctamente su trabajo, hoy en día esta criatura de 18 meses seguiría con vida.


También me inquieta el poco conocimiento que tenemos sobre malos tratos infantiles, ya que veo muy claro que si el bebé no muere, no sale en prensa. ¿Acaso es más importante una mujer maltratada que un hombre o un niño? No entiendo el por qué de todo esto, ni creo que jamás llegue a entenderlo. Son cosas demasiado incoherentes para que mi cabeza las cuadre.


Niña ingresada, su madre le inyecta alcohol

Hola amigos, hoy nuevamente creo una entrada a este blog desde la indignación.
Sí, sé que esto es lo que nos pasa muchas veces cuando leemos las noticias, pero es que yo ya no puedo callarme.
Resulta que hoy me levanto temprano, dejo a mis niños en el cole, y mientras me desayuno decido leer las noticias. Todo iba tranquilamente hasta que llego a un titular que dice: "Hospitalizada en estado grave una niña a la que su madre inyectó alcochol".

¿Pero en qué seguimos pensando? ¿Que le pasó a esa "madre" por la cabeza para realizar semejante acto? Me parece totalmente increíble.

Un niño, que es un ser de lo más inocente que puede haber en este mundo, que no tiene conciencia del bien ni del mal, que sólo se dedica a amar a sus padres. Y la obligación y deber de todo padre, es proteger a esa criatura, amarla, mimarla, y darle todo lo que se le pueda dar. Ellos no piden estar en este mundo, y si le traemos, debemos ser consecuentes.

Pero para que el mundo sea mundo tiene que haber de todo, y en casos como éste nos queda demostrado.

Encima por lo que he podido leer una hermana de esta criatura falleció hace poco, y están investigando si puede ser por esta misma causa.
Sólo espero que se llegue a la verdad de estos dos casos, y que esta persona sea duramente condenada por su acto. Nadie tiene derecho a acabar con la vida de otra persona.






Inka es una perrita blanca de 4 años, que ha sido encontrada por una pareja el 13 de Noviembre
en el barrio de San Fermín (Madrid) tirada en la calle con el cuello degollado
por un cordón de zapato.

Dada la gravedad de la perrita, la pareja decide llevarla a las clínicas veterinarias de El Refugio.

El Refugio la recoge en pésimo estado, le da tratamiento veterinario, le hacen una cura de urgencia y
la someten a una cirugía reconstructiva. De no haberla encontrado, Inka hubiese muerto en muy poco tiempo.

La perrita llevaba semanas por las calles con el cordón incrustado y amarrado fuertemente a su cuello,
produciéndole una herida de 3 cm de profundidad y en el mometno de su recogida desprendía un tremendo
olor a putrefacto.


Fuente elrefugio.org



Un día más despierto, y mientras navego por la red consigo indignarme ante tales injusticias.
¿Quién es el degenerado/a que comete tan atroces actos?

Si no quieren tener a un animal, pues primero que nada, no haberlo adoptado. Un animal no es un juguete
al que hoy puedas tener en tu casita y al día siguiente aburrirte y tirarle a la calle como quien
saca la basura.

Pero más grave me parece que encima que se abandone a un animal, se le maltrate también.

Quizás este perrita simplemente vagaba por la calle cuando le incrustaron ese cordón, pero
¿Qué derecho tenemos a hacerle ésto? Me parece realmente increíble lo que veo.

Un animal es un ser con vida, con sentimientos y sufrimientos, y nada ni nadie nos da el derecho
de maltratarlo. A ver si el mundo se conciencia de una vez por todas, que al prójimo debemos
como mínimo un RESPETO, palabra que muchos hoy en día no conocen o no quieren recordar.

Desde este blog quiero reivindicar el RESPETO que merecen los animales, y que muchos de nosotros
le negamos.